articulo sobre barbanegra
Barbanegra ( *¿Bristol?, 1680 - † 22 de noviembre de 1718) es el apodo de un pirata inglés cuyo nombre verdadero podría ser Edward Teach, Edward Thatch, Edward Thache o Edward Drummond y que actuó en el Caribe y el borde Atlántico de Norte América de 1716 a 1718.
Entre las peculiaridades que se le atribuyen se encuentran el ir siempre armado con varias espadas, cuchillos y pistolas, y la costumbre de ponerse en la espesa barba mechas de cañón encendidas, lo cual explicaría su sobrenombre.Vida y aventuras [editar]
Aunque se suele aceptar que nació en Bristol, en el sureste de Inglaterra, no hay datos fiables de su juventud.
Su carrera marítima comenzó navegando como corsario, pero no en competencia de oficial, en aguas de Jamaica durante la Guerra de Sucesión española (1701 - 1713).
En 1716, conoció en Nueva Providencia al pirata Benjamin Hornigold y se unió a su tripulación. Al servicio de Hornigold, obtuvo el grado de capitán en una balandra y, al mando de dos navíos de 8 y 12 cañones y con 250 hombres, capturaron el 28 de noviembre de 1717, cerca de la Martinica, un barco negrero francés procedente de Nantes llamado La Concorde. Se trataba de un velero de 300 toneladas, a la que Barbanegra rebautizó como Queen Anne's Revenge (La Venganza de la Reina Ana) y aumentó su armamento hasta cuarenta cañones.
En ese mismo año capturaron otros seis navíos en las costas americanas y en el Caribe. Después de apoderarse de otro barco francés cargado de piedras preciosas y oro, los dos piratas decidieron separarse. Barbanegra se dirigió hacia América y Benjamin Hornigold regresó a Nueva Providencia.
Durante los dos años siguientes, Barbanegra se forjó una sólida reputación de pirata temerario y cruel a fuerza de atacar regularmente los establecimientos navales de las Antillas y de la costa atlántica de América del Norte. Esta notoriedad se vio reforzada cuando surgieron reportes de que había salido victorioso de un enfrentamiento con el Scarborough, un buque de guerra de la corona británica armado de 30 cañones. Aunque el Scarborough sí estaba en las Antillas en ese tiempo, su diario no tiene notación alguna de una tal batalla, y por eso los historiadores tratan al relato como dudoso.
Siguió atacando los barcos mercantes, a los que, si no oponían resistencia, despojaba de sus cargas y dejaba continuar viaje; en caso contrario, las tripulaciones eran asesinadas.
El siguiente barco famoso con el que se encontró Barbanegra fue una balandra capitaneada por Stede Bonnet, al que puso en su propio barco, sustituyéndolo en la balandra en la que iba, al comprobar que Bonnet era bastante ignorante en asuntos de navegación. Con Bonnet a bordo, apresó un barco de curioso nombre, el Protestant Caesar, que incendiaron los piratas por despecho, pues el barco provenía de Boston, donde había acaecido hacía poco un ahorcamiento de piratas.
Barbanegra estableció varios refugios en las Bahamas, en Carolina del Norte y en Carolina del Sur, pero sobre todo vivió en la isla de New Providence, donde se lo llamaba Gobernador de la República de los Corsarios. Como muchos de los piratas, Barbanegra abandonó la isla antes de la llegada de Woodes Rogers, el nuevo gobernador inglés.
El crimen más infame de Barbanegra fue su ataque con cuatro buques contra Charleston en Carolina del Sur, cuando por una semana robó a todos los que entraron o salieron del puerto, capturó a los pasajeros y los guardó por rescate (lo cual incluyó una caja de medicinas). Con este tesoro, Barbanegra se fue a Carolina del Norte. En 1718 perdió dos naves en un bajío cerca de Beaufort, incluyendo el Queen Anne's Revenge, y abandonó una tercera, (la antigua balandra de Bonnet, quien se encontraba en tierra en ese momento), quedándose solo con el pequeño barco Aventura y unos pocos hombres de su tripulación. Muchos, sobre todo los piratas abandonados, creyeron que Barbanegra guió el escuadrón al bajío a propósito, para quitarse de encima a la mayoría de la tripulación y de esa manera guardar más dinero para su propia cuenta. Algunos de los piratas abandonados fueron recogidos por Stede Bonnet, quien evitó que murieran de hambre, cuando estaba en busca de su barco perdido. Tanto Bonnet como los piratas, buscando resarcirse por las acciones de Barbanegra, lo buscaron hasta mucho tiempo después, sin éxito.
El gobernador de Carolina del Norte, Charles Eden, recibía regularmente sus sobornos a cambio de una protección que acabó convirtiéndose en el perdón real. Según otras fuentes, el gobernador no actuaba por dinero, sino por miedo. Por este tiempo, Barbanegra se casó por decimocuarta vez con una joven señorita de 16 años de Bath Town, con el beneplácito del ya mencionado Gobernador Eden. Fondeado se quedó hasta junio de 1718, en el que volvió a salir a la mar a saquear embarcaciones.
Se estableció más tarde en un río, cobrando peaje a toda embarcación que pasaba, y sin problema. Sin embargo, los comerciantes y consignatarios de la zona acudieron al gobernador de Virginia, Alexander Spotswood, que decidió actuar fuera de su jurisdicción y envió una flotilla contra Barbanegra, al mando de Robert Maynard, teniente del H.M.S. Pearl.
Maynard, que se encontraba capitaneando la corbeta Ranger, zarpó el 17 de noviembre de 1718 hacia Kicquetan en el Río James, y el 21 de ese mismo mes llegó a la ensenada de Ocracoke (Carolina del Norte), donde estaba Barbanegra, que hubiera estado desprevenido si no hubiera sido alertado por su amigo el Secretario Knight. El capitán pirata opuso una resistencia terrible a Maynard, matando e hiriendo muchos de sus marineros con fuego de cañón, hasta que saltó a bordo del navío de su oponente. Pero Maynard tenía más hombres bajo la cubierta, quienes surgieron para combatir a los piratas y Barbanegra murió en la batalla. La leyenda cuenta que recibió más de 25 heridas, entre ellas cinco balazos, antes de morir, mientras que el teniente Maynard sólo tenía un corte en los dedos. Su cabeza sería colgada, primero, del bauprés del Pearl, y después en el patio de la guarnición de Hampton.
Leyenda y realidad [editar]
Barbanegra ha generado toda una iconografía legendaria. Se lo representa con una barba trenzada de puntas humeantes y con el torso rodeado de pistolas y cartucheras. Sin embargo, un estudio de su conducta durante los ataques y capturas datadas permite comprobar que su manera de actuar no era más cruel que la de la mayoría de los piratas, y muchas veces su comportamiento fue bastante moderado, como cuando retiró el cerco de Charleston a cambio de una caja de medicinas después de un bloqueo que puso la ciudad a su merced y que le permitió apropiarse de la carga de nueve navíos. Parece ser que las narraciones de actos sanguinarios y su aspecto terrible respondían a una puesta en escena destinada a facilitar la rendición de sus presas. Su verdad o no) incluyen actos demenciales, como cuando Barbanegra dijo en cubierta: "Come, let us make a Hell of our own, and try how long we can bear it" (Vamos, fabriquemos nuestro propio infierno y veamos cuánto tiempo lo podemos soportar). Seguidamente, bajaron a la bodega, se encerraron allí y prendieron fuego a varias marmitas de azufre, ahogándose e intentando respirar hasta casi morir asfixiados, desistiendo después, aunque fue el capitán quien aguantó más.[1]
Otra historia muy conocida de mientras estaba con algunos miembros de su tripulación y algunos huéspedes comiendo sentados en su camarote, apagó la vela que iluminaba todo y disparó su pistola por debajo de la mesa, hiriendo en la rodilla a uno de los huéspedes, alegando después que si no disparaba de vez en cuando a uno o dos de ellos, olvidarían quién era él.[1]
Hallazgo arqueológico [editar]
En 1996 un grupo de cazadores de tesoros encontró cerca de Beaufort Inlet, en Carolina del Norte, el pecio de un barco. Según los investigadores del Museo Marítimo del estado, las características del navío concuerdan con las del Queen Anne's Revenge. Se han encontrado cientos de objetos, muchos de los cuales pueden proceder del botín del pirata, como por ejemplo una campana española de bronce, piezas de un trabuco inglés, una jeringuilla uretral francesa para tratar la sífilis y otros que podrían ser parte de su equipo, como unas granadas de mano de fabricación casera, y, por supuesto, veinticuatro cañones de diferentes tamaños, algunos de ellos todavía cargados en el momento del naufragio con la peculiar metralla usada por los piratas.


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